viernes, 30 de diciembre de 2011

LA MUÑECA DE FRIDA





Había una vez en una ciudad muy grande una niña llamada Frida, todos los años pedía a los Reyes Magos muchos juguetes de los cuales muchos de ellos no los hacía caso, abría los paquetes y si no le gustaba lo que los reyes le habían dejado los tiraba al fondo del armario...

Una vez Frida buscando en el armario unos zapatos se encontró con una muñeca que llevaba varios años allí guardada, Frida se sorprendió pues no recordaba a la muñeca, como era una niña que tenía muchos juguetes, no la hizo mucho caso, pero en un descuido en que la niña dejó el armario abierto, la muñeca salió y se reunió con los demás juguetes, Luna que así se llamaba la muñeca empezó a hacerse amiga de los otros juguetes, en especial de las otras muñecas pero no la veían muy contenta, entonces Lucía una de las muñecas preferidas de Frida la preguntó:
-¿Que te pasa, por qué estas tan triste?, Luna la contestó, estoy triste y a la vez feliz, porque llevo varios años guardada en un armarío y ahora por fin puedo tener amigos, y Lucía le dijo, - Bueno es que yo soy la muñeca preferida de Frida, he llegado este año a vivir a esta casa, pero últimamente veo que Frida ya no me hace mucho caso...
Entonces Luna la dijo- Sí eso me pasó a mi el primer año que llegué a esta casa, pero tengo un plan... Te apuntas??

Lucía la dijo- ¿Que hay que hacer?, a lo que Luna la contestó- Verás esta niña siempre tiene juguetes nuevos en su cajita, mi plan es: Reunir a todos los juguetes y escaparnos cuando esté durmiendo, en la noche de Reyes, nos vamos todos, como estamos nuevos apenas hemos jugado con Frida, hacemos que los Reyes Magos como a los demás juguetes nos dejen en otras casas donde los niños quieran jugar con nosotros y no nos guarden en el armarío olvidados... ¿Que te parece Lucía?

Lucía contestó muy contenta- Bien!!!!!!!!!!!!!, entonces empezó a reunir a todos los juguetes y armaron el plan para la noche de Reyes...

Llegó la noche en que se tenían que escapar los juguetes, y todos juntos cantando se repartieron entre los paquetes de los Reyes Magos... Esa misma noche Frida que estaba durmiendo no se enteró de nada, pues como todos los demás niños estaban esperando sus juguetes de los Reyes Magos, pero ese año fue diferente a otros años, Frida no encontró apenas juguetes ese año en su casa, y fué corriendo a contárselo a sus papás, ellos le dijeron que los Reyes les habían dicho que ese año no iba a recibir muchos juguetes, apenas una muñeca y unos zapatos, y era porque todos los años hacía lo mismo, los tiraba al fondo del armario, entonces Frida empezó a jugar con la muñeca, y aprendió la lección de que algunos niños apenas pueden jugar, con lo que se hizo amiga inseparable de su muñeca que empezó a acompañarla a todos los lugares...

Y así fue como los otros niños pudieron jugar con los juguetes de Frida y se sintieron felices...


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado...




Fdo: Susy

EL SAPO RODOLFO




En un estanque en medio de un parque vivía un sapo llamado Rodolfo, era un sapo muy presumido, a pesar de su edad, parecía que nunca envejecía y siempre estaba impecable, no tenía ni una sola arruga, siempre iba vestido muy galante y presumía de conocer todos los secretos para conquistar a las ranitas del estanque...

Claro Rodolfo era un sapo muy guapo, por supuesto que era un conquistador y había tenido muchas ranitas a su alrededor que le decían lo guapo que era, Rodolfo tenía un amigo que se llamaba Cristino, este era un sapo muy feo, pero tenía una cualidad que encantaba a las ranitas, era un sapo muy simpático y agradable, además las ranitas del estanque siempre acudían a él cuando necesitaban ayuda pero no le querían como novio, Cristino que tenía un corazón de oro no se quejaba, pues en el fondo pensaba que algún día llegaría su amor... Rodolfo siempre le decía que como iba a conquistar a las ranitas si tenía esa cara que con el tiempo se estaba arrugando y Cristino le decía que la belleza está en el interior, Rodolfo que era muy vanidoso no le hacía caso y seguía a lo suyo...

Lo que no sabían las ranitas que Rodolfo acudía cada cierto tiempo a un palacio donde una bruja le invitaba a tomar una pócima mágica que ella misma había inventado y así el sapo siempre permanecía bello por fuera, Cristino que sabía lo de su secreto siempre le andaba diciendo; Algún día se te caerá la piel a trozos y se te verán las arrugas!!, pero Rodolfo no hacía caso, tal era su vanidad de ser el sapo más guapo del estanque, que cada vez iba mas a menudo a ver a la bruja...

Un día apareció en el estanque una ranita que venia de otro estanque muy lejos y conoció a Rodolfo y a Cristino, al principio como todas las ranitas le impresionó la belleza de Rodolfo, pero más le encandiló la sabiduría, la alegría y simpatía de Cristino.

Rodolfo como hacía con todas las ranitas empezó a galantearla, pero Débora que así se llamaba la ranita no le hacía mucho caso y cada día pasaba más tiempo con Cristino con quien se divertía muchísimo, Cristino no se lo podía creer, salían juntos a cenar, a pasear, iban al cine, bailaban, se contaban muchas cosas y poco a poco sin darse cuenta Cristino y Débora se enamoraron, pero Cristino que no pensaba que una ranita tan bonita se fijara en él, un día le preguntó; Oye por qué sales conmigo y no con mi amigo Rodolfo??, si todas las ranitas siempre salen con él y yo soy digamos que el paño de lágrimas!!!, Y Débora le contestó; Veras Rodolfo es muy guapo pero no tiene la sabiduría y la simpatía que tienes tú, además yo no me fijo en la belleza del exterior, me fijo en el corazón, y tu tienes un corazón de oro...

Rodolfo se enfadó con su amigo y fue entonces cuando decidió irse a otro estanque ya que en ese estanque  había conquistado a todas las ranitas. Un día cuando ya vivía en el otro estanque se miró al espejo y vio como se le empezó a arrugar la piel, Rodolfo se asustó y fué a ver a la bruja para que le diera de la pócima mágica, pero la bruja le dijo que la pócima ya no le haría efecto pues ya era muy mayor, pero él no le hizo caso y se la tomó igualmente, y claro como le dijo la bruja, la piel se le caía igual, asi que Rodolfo asustado fue quedándose muy solo en ese estanque y en todos los que intentaba habitar, pues ahora ya no era el sapo guapo al que todas las ranitas encandilaba, pero tampoco tenía belleza interior porque nunca se preocupó de estudiar ni de enriquecer su corazón, siempre pensaba que su belleza iba a durar eternamente.

Pasado un tiempo Rodolfo decidió volver al estanque donde vivía con su amigo Cristino y vio lo feliz que era con Débora que habían tenido 2 renacuajos preciosos. Rodolfo fué a pedir perdón a su amigo y le pidió que le ayudara a ser como él, entonces Cristino que era un sapo muy generoso le ayudó a enriquecer su corazón, le ayudo a estudiar y a saber conquistar a una ranita sin que la belleza fuera importante, entonces por fin Rodolfo entendió que la belleza está en el interior, tuvieron que pasar muchos años para que el sapito conociera a la que hoy es su ranita de amor...

Y colorín colorado este cuento se ha acabado...




Fdo: Susy

jueves, 29 de diciembre de 2011

UNA ESTRELLA DIFERENTE




En un planeta muy lejano vivía una estrella que no tenía luz, la estrella vivía con sus papás y sus hermanas, pero había algo que sus papás les preocupaba, y era que del amor que ellos se tenían había nacido un lucero después de la estrella, un lucero que nunca vivió con ellos, pues nada más nacer una gran bola de fuego la envolvió y se lo llevó, y nunca más supieron de él...

La estrella se sintió triste cuando se enteró, pero como era muy pequeñita nada pudo hacer, simplemente obedecer y cuidar de sus otras 2 hermanas que nacieron después para que nada malo les ocurriera, pero aún así, siendo la primera en nacer, no podía brillar como ella quería, había algo que la retenía y no sabía que era, lo único que entendía era que se veía diferente a sus otras 2 hermanas...

Paso el tiempo y sus hermanas se hicieron mayores como ella, pero ellas empezaron a brillar pues de ellas nacieron un lucero y otra estrella, sus papás se sintieron orgullosos de ellas, pero seguían buscando al lucero que la gran bola de fuego se llevó...

A la estrella mayor seguían sin reconocerla, era que como no brillaba no la hacían mucho caso, la estrella seguía sin entender porqué sus papás no la veían como a sus hermanas, ella sabía que era diferente pero los quería igual...

Un día la estrella conoció a otra estrella igual que ella que la invitó a su planeta a pasear, simplemente a pasear, pero la estrella se sentía tan a gusto en él, que cada día siempre que podía después de sus deberes visitaba el planeta, cada día estaba más y más horas, por que en ese planeta encontraba la paz y la tranquilidad que en el suyo no había. Poco a poco la estrella fué conociendo a más estrellas y luceros igual que ella y fué sintiéndose comprendida, pues ellos y ellas también les ocurría lo mismo, no se sentían comprendidos en el planeta donde nacieron...

Allí la estrella conoció a su otra familia y por fín pudo saber que tipo de estrella era, y no era más que una estrella fugaz, así fué como ella empezó a brillar con todo su esplendor y ayudó a otras estrellas a que la siguieran.

Por fín la estrella un día fué reconocida por sus papás y sus hermanas, la quisieron y la aceptaron tal y como ella era...


Y colorín colorado, este cuento se ha acabado...




Fdo: Susy

jueves, 1 de diciembre de 2011

UNA CARICIA PARA SERGIO




De mi barriguita te escapaste y al cielo te me fuiste,
ahora quiero buscarte y encontrarte, y darte ese abrazo que no pude darte,
esas caricias para que las sientas, que yo nunca te olvidé.

Eres tú lucero mío, la alegría que un día desapareció de mi vida, sin llegar a conocer este mundo que yo tu mamá te enseñaría.

Nunca pude nombrarte, pero Sergio ibas a llamarte y aunque se que tocarte no puedo
si sentirte y adorarte.

Se que en el mundo en el que estás, muchas almas estarán igual.
Yo quiero enviarte, luz, fuerza y alegría.

No quiero que estés triste, tu mamá a tu lado siempre estará.

Entre nubes de algodón, mi niño duerme sonriente, por fin su mamá lo encontró y de caricias y besos lo colmó.

Ahora juega mi niño con los otros niños que en el cielo están, no te preocupes que mamá nunca te dejará.

Ahora duerme mi lucero, que mamá mañana volverá...


Fdo: Susy